Ya sabíamos que Audrey Hepburn no era sólo Desayuno Con Diamantes (1961), esa chica dulce de apariencia débil. En Charada se demuestra que, manteniendo ese espíritu juvenil y sin olvidar su punto cómico, podía defenderse muy bien en un thriller y arrastrar a Cary Grant a bailar a su ritmo.
Creo que nunca he estado más perdido que en Charada. En otros films del género más o menos te puedes hacer una idea de por dónde están yendo los tiros, quién es el malo/asesino, dónde está el dinero que todos buscan, etc. El caso es que en Charada los hechos cambian en cada nueva escena mareando (de buena gana) al personal.
Una vez más te das cuenta de que el cine clásico lo es porque las películas de hoy en día maman de este tipo de cintas que asentaron las bases del séptimo arte gracias a su originalidad y buenas ideas. También vemos que Hollywood está en crisis y no para de remakearse una vez tras otra mientras hace cincuenta años se creaban perlas como esta con gran frecuencia.
Resumiendo esta crítica, Charada es una mezcla de intriga y comedia romántica que todo cinéfilo debería visionar para, estoy prácticamente seguro, llegar a la misma conclusión que yo respecto a los días que corren.
Puntuación: 8.5/10
Charada en FilmAffinity
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