lunes, 25 de agosto de 2014

Locke (2013)

Aunque a muchos les encantaría, el Locke del título de la nueva película de Steven Knight no tiene nada que ver con el John Locke de la serie Perdidos (2004 - 2010).

A pesar de que se trate también de un hombre calmado y, en una primera impresión, cabal, a lo largo de la película veremos cuáles son las reacciones de Ivan Locke a lo largo de las conversaciones telefónicas que se dan en la trama. Sí, conversaciones telefónicas, porque el protagonista se pasa todo el metraje metido en su BMW al más puro estilo Buried (2010) de Rodrigo Cortés.

Tom Hardy se mete en la piel de este hombre que durante años ha buscado convertirse en un ciudadano ejemplar, un trabajador destacable y un marido y padre perfecto. Pero, tras una llamada más temida que inesperada, Ivan Locke tiene que dejar atrás su vida y responder a esos ideales que tanto ha defendido, aunque en esta ocasión jueguen en su contra.

Locke es un reto para cualquier actor que se precie. Durante los 85 minutos que dura el filme, Hardy sólo desaparece de la pantalla en los planos exteriores de su vehículo. Y justo en esos momentos ya lo echas de menos, porque el actor británico trabaja a las mil maravillas y demuestra una vez más que no sólo está aquí para pegar mamporros, sino que su trabajo dramático es uno de los mejores del panorama actual.

El concepto es interesante, el trabajo del protagonista excelso, la dirección es buena y la duración de la película la justa, así que a Knight le ha salido una película que está por encima de la media de lo que hoy en día llega a nuestros cines.

Puntuación: 7.5/10

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