La tercera temporada de Mad Men sigue en la línea que ha ido marcando la serie. Los primeros capítulos reflejan un poco más actividad y cambios en las tramas que envuelven a cada uno de los personajes, dejando un poco de lado lo que ha sido el tema central en las dos primeras partes, la publicidad.
Un personaje tan inquietante como es el de Donald Draper se muestra cada vez más vulnerable ante su entorno, sobre todo fuera del trabajo. Sin la intención de desvelar nada sólo diré que Don va a tener que aprender a sufrir sentimientos que parecía que sólo era capaz de infundir sobre los demás.
Los tres últimos capítulos de esta tercera parte de Mad Men forman probablemente uno de los mejores finales de temporada de cualquier serie dramática. La muerte de John Fitzgerald Kennedy influye en cada uno de los personajes haciéndoles ver las cosas de otra forma, cayendo como una bomba en sus vidas y abriendo los ojos a muchos de ellos tras el trágico acontecimiento que supuso para todo el país. Este final de temporada se diferencia del resto de capítulos por el cambio radical de la historia y por preparar un nuevo punto de partida para su cuarta parte.
Mad Men ha sido, y es, acusada de ser una serie que sólo se preocupa por su imagen sin ofrecer una trama entretenida y que enganche al gran público. Posiblemente sin ser estadounidenses nunca lleguemos a entender del todo la conmoción que viven los personajes ante hechos históricos como las muertes de Marilyn o JFK, pero con estos últimos capítulos no me cabe la menor duda de que sus guionistas han elaborado una de las mejores historias paralelas a un hecho real que se hayan visto en televisión y lo han aprovechado para hacer más interesante si cabe el producto final.
Puntuación: 9/10
Mad Men en FilmAffinity
No hay comentarios:
Publicar un comentario