Manteniéndose en la línea de su estilo y reutilizando personajes que le funcionan, Kevin Smith siguió cosechando buenos resultados con Persiguiendo A Amy tras Clerks (1994) y Mallrats (1996), sus dos anteriores títulos convertidos en películas de culto para muchos.
La historia está envuelta por el mundo de los cómics, dónde el escritor Holden (un como siempre soso Ben Affleck) se enamora de otra afamada viñetista (con una voz de lo más desagradable en su versión original) que resulta ser lesbiana. El compañero de Holden, Banky, intentará disuadir el enchochamiento que tiene su amigo haciéndole ver que la chica no le conviene llegando a jugarse la amistad que hay entre los dos.
El film tiene un ritmo aceptable, con mucho diálogo y secundarios de muy buena altura que relajan tensiones sobre la historia principal y nos hacen ver cómo se mueven los tres personajes protagonistas en otros terrenos distintos, lo cual nos hace ampliar nuestro conocimiento sobre ellos y ayuda a entender mejor el transcurso que van tomando las cosas.
Kevin Smith se afianza como director indie creando su propio estilo y ganándose un público que le seguirá en sus próximos trabajos, aunque parece que esta Persiguiendo A Amy fue el punto álgido de su carrera y los fans siguen esperando que vuelva a sus mejores tiempos.
La película resulta original, es recomendable para pasar un rato agradable y tener otro punto de vista del "¿tú de qué coño vas?", ya que hoy en día en el cine esta pregunta se suele resolver con un tiro entre ceja y ceja.
Puntuación: 7/10
Persiguiendo A Amy en FilmAffinity
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