Desde que descubrí Una Historia De Brooklyn (2005), siempre me he interesado por las películas que dirige Noah Baumbach. Desde aquella, la calidad de sus films ha ido decayendo poco a poco hasta llegar a Greenberg (2010), de lejos su trabajo menos interesante.
Sin embargo, esa línea de caída a encontrado su punto de inflexión en Frances Ha. Podríamos afirmar que estamos ante el mejor trabajo como director de Baumbach, que hasta ahora había demostrado más maña en la escritura de guiones que tras la cámara.
En esta ocasión, el director se ha dado cuenta que para filmar una buena película no es necesario contar con la presencia de grandes estrellas como Nicole Kidman o Ben Stiller, como hizo en sus dos anteriores trabajos. Si firmas cine indie, lo mejor que puedes hacer es rodearte de lo más de lo más en ese terreno, es decir, Greta Gerwig secundada por un gran elenco de nombres semiconocidos pero de una solvencia inaudita.
Además Gerwig es tan completa que mete mano en el guion y ambos obtienen una comedia con ritmo, divertida y diferente a cualquiera de las que nos estamos acostumbrando a ver. La Frances protagonista es una Hanna de la serie Girls pero adorable, a la que no puedes parar de mirar, a la que le darías dos bofetadas bien dadas por su bien, pero a la que le perdonarías cualquier cosa.
Aunque parezca raro, y a mi humilde entender, lo único que no le va a la peli es el blanco y negro. Esta historia, rodada en Nueva York y parcialmente en París, en diferentes épocas del año, merece mostrar todo el colorido que seguramente poseían sus decorados.
Es la única queja que tengo del film. Bueno eso, y que es demasiado corta. ¡Queremos más Frances!
Puntuación: 8.5/10
Frances Ha en FilmAffinity
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