Película basada en una historia real que cuenta los problemas vividos por Teena Brandon al querer afrontar su "crisis de sexualidad", como ella lo llamó, en un pueblo de mente cerrada en el interior de los Estados Unidos. Hombre nacido en el cuerpo de una mujer no puede evitar intentar convertirse en el chico que siente en su interior, pero eso le acarrea muchos problemas.
Esta película le valió su primer y merecido Oscar a Hillary Swank (repetiría premio cinco años después con la gran Million Dollar Baby (2004)) que se mete en la piel de Teena desde el segundo uno de metraje realizando una interpretación completamente desgarradora y convirtiéndose realmente en el joven que desea ser.
La película resulta algo lenta al principio pero es a partir de la mitad cuando empieza a avanzar la trama y a crear una tensión que crece paulatinamente hasta explotar al final del film.
Boys Don't Cry refleja bastante bien la vida de su protagonista aunque quizás hubiese estado bien ahondar un poco más en los problemas que animan a Teena despegarse de su familia e iniciar la transformación que tanto desea.
Un notable bajo para este debut de su directora Kimberly Peirce que le brinda a Hillary Swank uno de los papeles de su vida, siendo ella lo mejor de la peli.
Puntuación: 7/10
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