Insidious ha cosechado buenos resultados en taquilla y opiniones dispares en crítica y público, pero en los tiempos que corren que se hable de tí ya es un logro.
Yo soy de los que se queda en un "ñe" o "ni fu ni fa". Las películas de terror de hoy en día no se caracterizan por su gran calidad en casi ningún aspecto, cinematográficamente hablando, así que cuando se nos presenta una película como esta en cartelera y decidimos pagar la entrada para verla podemos darnos con un canto en los dientes si el resultado se asemeja al que obtiene Insidious.
Cualquier padre o madre bajaría la guardia si una buena mañana no logra despertar a uno de sus hijos y tras pasar por el hospital queda en un estado de coma que ni los mismos médicos pueden explicar. Cuando la única esperanza que te queda es esperar es muy posible que desesperes. Y si encima empiezas a sentir extrañas presencias en la casa pues esa desesperación te lleva a creer que esas sombras están ahí realmente y a entrar en estado de pánico.
Esta es la premisa que cuenta la película y que está muy bien trazada desde su principio hasta el desenlace, punto en el que me da la impresión de que el director no ha sabido por dónde salir. Se viven muy buenos momentos de tensión e incertudumbre, te hacen creer lo que están contando pero cuando hay que resolver el embrollo todo se vuelve un poco turbio. Todo aquello por lo que estabas sintiendo ¿miedo? parece ser de coña.
Como decía antes, no se le pueden pedir peras al olmo, y no sería justo decir que Insidious no entretiene o mantiene la tensión hasta el final. Creo que darle un bien es justo y podría decirse que casi nadie se arrepentirá de verla.
Insidious en FilmAffinity
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